El masaje facial es mucho más que un mimo: activa la circulación, relaja tensiones, mejora la oxigenación y le devuelve luminosidad al rostro. Pero hay un detalle clave: el aceite que elijas.
No todos los aceites sirven para la piel del rostro. Lo ideal es usar aceites faciales naturales, prensados en frío, que no obstruyan los poros y que aporten beneficios específicos.
Acá te dejo una guía completa de los más recomendados
Aceite de jojoba
- Textura: muy ligera, se absorbe rápido.
- Propiedades: se asemeja al sebo natural de la piel, regula el exceso de grasa y no tapa poros.
- Ideal para: todo tipo de piel (sí, incluso grasa o acneica).
Es uno de los aceites faciales más seguros y versátiles.
Aceite de rosa mosqueta
- Textura: media a densa, nutritiva.
- Propiedades: regenerador celular, antiage, ayuda a atenuar manchas y cicatrices.
- Ideal para: pieles secas, maduras o con marcas.
Lo mejor es usarlo de noche y en pocas gotas, porque es más intenso.
Aceite de coco
- Textura: ligera, no se solidifica.
- Propiedades: antioxidante, suavizante y emoliente.
- Ideal para: pieles normales a secas.
Perfecto para masajes más largos porque permite un buen deslizamiento.
Aceite de almendras dulces
- Textura: media, muy emoliente.
- Propiedades: hidrata, calma irritaciones y aporta elasticidad.
- Ideal para: pieles sensibles o secas.
Excelente para un masaje relajante nocturno.
Aceite de pepita de uva
- Textura: liviana, de rápida absorción.
- Propiedades: antioxidante, rico en vitamina E, ayuda a tonificar la piel.
- Ideal para: pieles mixtas o grasas.
Muy recomendable si buscás un aceite ligero que no deje brillo.
Aceite de argán
- Textura: ligera a media.
- Propiedades: nutritivo, rico en vitamina E y ácidos grasos, ayuda a mejorar la elasticidad.
- Ideal para: pieles maduras o secas que necesitan firmeza.
Aporta un efecto “glow” inmediato.
Aceite de palta
- Textura: densa.
- Propiedades: muy nutritivo, ayuda a regenerar y suavizar.
- Ideal para: pieles muy secas o deshidratadas.
Lo mejor es usarlo en poca cantidad o combinado con jojoba.
Aceites esenciales (siempre diluidos en un aceite base)
- Lavanda: calma rojeces y relaja tensiones.
- Romero: activa la circulación y revitaliza.
- Geranio: equilibra pieles mixtas y aporta firmeza.
Recordá: los aceites esenciales nunca se usan puros en el rostro, solo 2-3 gotas diluidas en un aceite base (jojoba, almendras, pepita de uva).
La importancia de retirarlos después del masaje
Durante el masaje, los aceites cumplen su rol: nutren, protegen y ayudan al deslizamiento. Pero una vez terminado, es fundamental retirar el excedente.
¿Por qué?
- Evitás la obstrucción de poros.
- Prevenís la aparición de granitos o puntos negros.
- Dejás la piel lista para absorber mejor tu sérum o crema.
Lo ideal: retirar con una toalla húmeda y tibia, o con algodón y agua micelar.
Los aceites faciales son mucho más que un vehículo para el masaje: son verdaderos tratamientos de belleza. Elegí el adecuado para tu tipo de piel, disfrutá del ritual y no olvides el último paso: retirarlo para que tu piel quede fresca, limpia y lista para seguir brillando.